La alquimista de los sabores: patrimonio gastronómico, género y el imaginario turístico en Oaxaca, México
En el otoño de 2014, un anuncio publicitario con el título de “La gastronomía mexicana en movimiento”, fue subido a las redes sociales como parte de una campaña encargada por el Consejo de Promoción Turística de México. Esta actividad refleja el creciente interés de los organismos gubernamentales en la comida y las costumbres alimentarias como potenciales productos turísticos después de que la comida mexicana tradicional fue inscrita en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2010. El anuncio forma parte de una estrategia más amplia del gobierno dedicada a promover el turismo patrimonial para dar una nueva imagen al país, reforzar el orgullo nacional y contribuir al desarrollo social y económico sostenible de México. Con el apoyo de actores globales como la UNESCO y el Banco Mundial, estas políticas culturales hacen hincapié en el atractivo de las culturas alimentarias locales en una forma gentrificada de la gastronomía local que se ha aplicado en múltiples regiones posrevolucionarias y antes conflictivas de América Latina como Perú y Colombia. Enfatizar dicho atractivo es propio de las nuevas tendencias de la industria turística mundial, y en ello se basa la gastrodiplomacia actual, con su variedad mexicana incluida.